RELACIONES FAMILIARES
Uno de los principales inconvenientes que nos encontramos al querer comunicarnos con nuestros hijos es que les hablamos como nos hablaron a nosotros, o, si nuestro aprendizaje ha sido doloroso, diametralmente opuesto, lo que tampoco es bueno, sin tener en cuenta que hay muchísimos factores que influyen en la correcta evolución y educación de nuestros hijos.
Conocer nuestra forma de dirigirnos a los nuestros y el valor real de las palabras en función de cómo salen de dentro de nosotros o de nuestros familiares, hace que comprendamos mejor a nuestros padres/hijos, acortando distancias, nos hace ser más objetivos, y nos permite crear lazos de confianza más fuertes y duraderos.